jueves, 23 de enero de 2014

COMITE LITURGICO-MISIONERO



"La caridad procede de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y a Dios conoce... porque Dios es amor (1 Jn 4:7-9).  Solamente lo que es construido sobre Dios, sobre el amor, es durable".

ORACION AL ESPIRITU SANTO
Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén.







Actitudes  en el servicio
Para formar parte del Comité, o de alguno de sus equipos, es imprescindible sentir interiormente un impulso o vocación: Querer servir y ayudar a la comunidad. Vocación que irá gradualmente madurando a medida que transcurra el tiempo e irá manifestándose cada vez más sólida y consciente. Pertenecer al Comité no es una moda, ni sirve para lucirse ante la asamblea, ni es una concesión sobre todo a los laicos, sino una vocación de servicio. Vocación que exige dedicar generosamente un tiempo, comprometerse a realizar unas funciones en las celebraciones litúrgicas y poner a disposición de la comunidad los dones recibidos del Señor. Para el buen funcionamiento del equipo de liturgia conviene que todos los miembros sean conscientes de algunas actitudes fundamentales: 
Espíritu de comunión
Todas las acciones de la Iglesia están marcadas por un profundo sentido de comunión.  Este espíritu se manifiesta cuando se ejercen las diversas funciones en las celebraciones. Cuando se programa, se coordina,  se hace, se evalúa, y se ajusta. Es reconfortante oír a veces al salir de una celebración esta frase: “entre ustedes se percibe un verdadero equipo unido y organizado”. Es un elogio y, a la vez, un testimonio del grupo ante la asamblea litúrgica. El espíritu de comunión que debe reinar entre los miembros del grupo se extenderá también a los otros Comités o grupos que trabajan en diversas actividades de la Célula Pastoral. El Comité de Animación Litúrgica, y sus equipos, no pueden permanecer aislados o considerarse únicos.  Cada equipo según las circunstancias, debe intentar buscar los mecanismos para establecer relaciones con todos los grupos parroquiales.

Espíritu de servicio
     La persona que pertenece al Comité de Animación Litúrgica debe estar convencida que ejerce una función desinteresada a favor de la asamblea litúrgica.
     Su servicio consiste en ayudar a comprender, participar y vivir lo mejor posible el misterio pascual en la celebración litúrgica.
     Debe tener presente el espíritu de las palabras de Jesús cuando dijo: “el hijo de Dios ha venido a servir y no a ser servido”
     El espíritu de servicio lleva consigo la disposición de superar las dificultades que puedan surgir en el grupo.
     Se intentará buscar, en el diálogo, la verdad y la comprensión. Procurará no imponer a los demás sus criterios personales para no romper el espíritu de comunión.

 Ser participante antes que Animador Litúrgico

       Quien ejerce un servicio en la celebración es un miembro activo de la asamblea a la que sirve.

       No ejerce su función para que los fieles canten y recen, escuchen y celebren el misterio o para hacer comentarios, sino para que él sea el primero en participar en el canto, en  la escucha y en toda la celebración.

       El animador litúrgico no puede quedarse fuera de la participación mientras pretende animar a la asamblea para que ore y celebre.



Conocer la comunidad
Para que el equipo de animación litúrgica pueda cumplir su misión es indispensable que conozca la asamblea litúrgica: su ambiente social, su cultura y lenguaje, sus realizaciones y tensiones, sus problemas y esperanzas, para evitar en el ejercicio de sus funciones, la exclusión de unas personas o exigir a la asamblea más de lo que puede dar.
     Querer mejorar las Celebraciones

En los últimos años personas de buena voluntad han ejercido ciertas funciones en las celebraciones;  prestando un gran servicio por lo que merecen nuestro reconocimiento por su voluntad, espíritu de servicio y generosidad, pero sin olvidar que se debe  buscar siempre el mejoramiento continuo.  

Hay lectores que leen bien, pero no son Proclamadores de la Palabra o desconocen la técnica.

Hay también directores del canto y organistas especializados pero que desconocen la normativa y el espíritu litúrgico


OBJETOS LITURGICOS







¿Qué es? ¿Qué significa? HOSTIA

La Hostia, antes de la Consagración, es pan de trigo. La Hostia, después de la Consagración, es el Cuerpo de Jesucristo, con su Sangre, su Alma y su Divinidad.
En la Eucaristía permanecen el olor, color y sabor del pan y del vino; pero su substancia se ha convertido en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo .
Esta conversión se llama transubstanciación. Es el tránsito de una cosa a otra. Cesan las sustancias del pan y el vino porque suceden en su lugar el cuerpo y la sangre de Cristo